Leyes De La Termodinamica



Primera ley de la termodinámica

También conocido como principio de conservación de la energía para la termodinámica,

 establece que si se realiza trabajo sobre un sistema o bien éste intercambia calor con otro, la 

energía interna del sistema cambiará. Visto de otra forma, esta ley permite definir el calor 

como la energía necesaria que debe intercambiar el sistema para compensar las diferencias 

entre trabajo y energía interna. Fue propuesta por Antoine Lavoisier.

La ecuación general de la conservación de la energía es la siguiente:

Eentra − Esale = ΔEsistema

Que aplicada a la termodinámica teniendo en cuenta el criterio de signos termodinámico, 

queda de la forma:



Segunda ley de la termodinámica

Esta ley regula la dirección en la que deben llevarse a cabo los procesos termodinámicos y, 

por lo tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario (por ejemplo, que una 

mancha de tinta dispersada en el agua pueda volver a concentrarse en un pequeño volumen). 

También establece, en algunos casos, la imposibilidad de convertir completamente toda la 

energía de un tipo en otro sin pérdidas. De esta forma, La Segunda ley impone restricciones 

para las transferencias de energía que hipotéticamente pudieran llevarse a cabo teniendo en 

cuenta sólo el Primer Principio. Esta ley apoya todo su contenido aceptando la existencia de 

una magnitud física llamada entropía tal que, para un sistema aislado (que no intercambia 

materia ni energía con su entorno), la variación de la entropía siempre debe ser mayor que 

cero.

Debido a esta ley también se tiene que el flujo espontáneo de calor siempre es unidireccional, 

desde los cuerpos a temperatura más alta a aquellos de temperatura más baja.


Tercera ley de la termodinámica

La Tercera de las leyes de la termodinámica, propuesto por Walther Nernst, afirma que es 

imposible alcanzar una temperatura igual al cero absoluto mediante un número finito de 

procesos físicos. Puede formularse también como que a medida que un sistema dado se 

aproxima al cero absoluto, su entro pía tiende a un valor constante específico. La entropía de 

los sólidos cristalinos puros puede considerarse cero bajo temperaturas iguales al cero 

absoluto. No es una noción exigida por la Termodinámica clásica, así que es probablemente 

inapropiado tratarlo de “ley”.

Es importante recordar que los principios o leyes de la Termodinámica son sólo 

generalizaciones estadísticas, válidas siempre para los sistemas microscópicos  pero 

inaplicables a nivel cuántico. El demonio de Maxwell ejemplifica cómo puede concebirse un 

sistema cuántico que rompa las leyes de la Termodinámica.

Asimismo, cabe destacar que el primer principio, el de conservación de la energía, es la más 

sólida y universal de las leyes de la naturaleza descubiertas hasta ahora por la ciencia.


Ley cero de la termodinámica

El equilibrio termodinámico de un sistema se define como la condición del mismo en el cual 

las variables empíricas usadas para definir un estado del sistema (presión, volumen, campo 

eléctrico, polarización, magnetización, tensión lineal, tensión superficial, entre otras) no son 

dependientes del tiempo. A dichas variables empíricas (experimentales) de un sistema se les 

conoce como coordenadas termodinámicas del sistema.

A este principio se le llama del equilibrio termodinámico. Si dos sistemas A y B están en 

equilibrio termodinámico, y B está en equilibrio termodinámico con un tercer sistema C, 

entonces A y C están a su vez en equilibrio termodinámico. Este principio es fundamental, aun 

siendo amplia mente aceptado, no fue formulado formalmente hasta después de haberse 

enunciado las otras tres leyes. De ahí que recibe la posición 0.





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